¡Vamos entonces a ello!
¿Qué es el acné y sus principales causas?
Cada uno de nuestros poros es la salida de un folículo piloso y una glándula sebácea. La glándula sebácea produce el sebo para lubricar y proteger la superficie de la piel. El acné es la consecuencia de glándulas sebáceas hiperactivas, que generan sebo en exceso. La bacteria Cutibacterium acnes, que es parte normal de la microbiótica de la piel, se alimenta de este sebo generando infecciones dérmicas: granitos no muy agradables. Por este motivo es tan importante hacerse una limpieza de cutis cada dos o tres meses e incluso más a menudo, si sufres de piel grasa ( la periodicidad depende de cada piel pero las pieles con exceso de grasa necesitan más, desde luego).
Pero, ¿por qué este exceso de sebo? por las hormonas, principalmente y más concretamente por los andrógenos (hormonas masculinas). Estas son las responsables del desarrollo de las glándulas sebáceas y de la producción de sebo en ellas. Por eso es la adolescencia, la época de nuestra vida más crítica para desarrollar esta enfermedad. Afecta principalmente a individuos de entre 12 y 24 años y en algunos casos puede alargarse hasta la edad adulta, con los efectos psicológicos que esto comporta.
No sufras, existen tratamientos para el acné y con muy buenos resultados, que lograrán que tu piel luzca de nuevo sana y luminosa. Pero antes de explicarte esto quisiera darte a conocer “qué factores pueden agravar el acné”.
Factores agravantes del acné
Si tienes acné ten muy en cuenta que hay factores externos que pueden hacer más virulentas las erupciones cutáneas.
Estos factores son:
– La Alimentación. Ten mucho cuidado con los lácteos y los azúcares. Las hipótesis actuales indican que las hormonas presentes en los lácteos aumentan esta superproducción de sebo, como explicábamos antes.
Todos los alimentos que se caracterizan por un alto contenido en azúcares, como pasteles o gominolas, son fatales y empeoran el acné.
Dicen que el chocolate produce granos, pero es solamente un mito. Un buen chocolate negro, que supere el 75% de cacao, no te hará ningún daño, todo lo contrario, el chocolate es estupendo para mejorar tu salud cardio y cerebrovascular. El chocolate con leche no te beneficiará con el acné, pero es por la proteína de la leche y la cantidad de azúcar que contiene.
El Omega-3, presente en el salmón, el atún o las nueces, te ayudará a desinflamar la piel. Así que anímate a tomar una ración un par de veces por semana y notarás mejoras en tu rostro.
– El estrés. Cuando sufrimos estrés nuestro cuerpo produce cortisol y otras hormonas, que alteran las glándulas sebáceas y empeoran el acné. Si unimos esto a que el nerviosismo provoca que nos toquemos en los granos propagando las bacterias, observamos que la recuperación bajo estrés es mucho más lenta que en condiciones de no estrés.
Para combatir el estrés es aconsejable hacer deporte o realizar técnicas de relajación como el yoga o la meditación.
– Fumar. El tabaco no solo puede empeorar tu acné sino que puede ser de hecho, un desencadenante del mismo. La nicotina produce inflamación en los tejidos, y la piel no queda exenta de ello. Además, el humo bloquea los poros de la piel, impidiendo que transpire.
– Algunos cosméticos. Utilizar cremas, productos de maquillaje o incluso champús inapropiados para nuestra piel, puede producir lo que conocemos como “acné cosmético”. Los poros quedan obstruidos, aprisionando dentro de ellos la grasa y las células muertas.
El acné cosmético puede ser producido por una irritación química del folículo piloso, foliculitis (ver dibujo), en cuyo caso no es necesario tener tendencia al acné para que se forme. Si ya sufrimos de esta enfermedad, los cosméticos inapropiados pueden hacer que empeoremos produciéndose una comedogénesis, que puede hacerse latente mucho tiempo después de comenzar a utilizar el producto causante de los brotes.
Lo recomendable en estos casos es ponerse en manos de un especialista de la estética y la salud. Mirar que digo un especialista: informaros muy bien sobre el profesional, antes de acudir a la consulta, ya que un tratamiento low cost inadecuado puede pasaros sería factura.
–El sol. La luz solar puede provocar sequedad y deshidratación, que a su vez hace que la piel produzca más sebo, provocando más brotes acneicos después de la exposición al sol. Es cierto que el sol seca los granos pero también acentúa las cicatrices y convierte las inflamaciones rojizas en manchas marrones, por lo que sus ventajas no nos compensan en absoluto. Las personas con acné deben de protegerse muy bien del sol por sufrir una hipersensibilidad al mismo.
Tratamiento para el acné
– Tratamiento para el acné con medicamentos. Actualmente, son muchos los fármacos y medicamentos que son recetados por profesionales de la salud, altamente invasivos y con unos efectos secundarios que pasan por la alta sensibilización de la epidermis, deshidratación, dolores musculares o incluso afectaciones renales, entre otras muchas afecciones. Las garantías de éxito a largo plazo además, no existen.
– Tratamiento para el Acné con Luz Pulsada. El tratamiento que llevamos años realizando en “Gracia de la Maza” a nuestros pacientes con unas garantías de éxito más que probadas.
Comenzamos con un diagnóstico experto y minucioso del estado en él que se encuentra la epidermis y el organismo en general, ya que como bien sabemos, todo lo que ocurre en el interior se refleja en nuestra piel. Una vez estudiada la severidad de los brotes acneicos procederemos a pautar el tratamiento más adecuado con el objetivo de conseguir una piel limpia y sana.
El tratamiento comienza con unas sesiones de limpieza de cutis periódicas, en principio una vez por semana, con la intención de estabilizar el proceso acneico. Para ello utilizamos productos de alta calidad, que liberan a la piel de células muertas, proporcionando un manto equilibrado de Hidratación Natural.
Pasada esta fase, comenzamos con el tratamiento láser de Luz Pulsada. La tecnología láser consiste en la aplicación de la luz sobre las lesiones de acné a gran profundidad, consiguiendo actuar sobre la glándula sebácea con un efecto seborregulador (ver dibujo). Con determinadas longitudes de onda logramos controlar la proliferación de los gérmenes propios de la piel, reduciendo así las infecciones que dan lugar al acné. En “Gracia de la Maza” englobamos las dos cosas en una: higiene facial con luz pulsada.
El número de tratamientos y el intervalo entre ellos varía dependiendo de la severidad del acné, el tipo de piel y otros factores que tendremos en cuenta tras el estudio epidérmico realizado con anterioridad.
La luz pulsada intensa ha demostrado con numerosos estudios, ser eficaz para el tratamiento del acné moderado y severo, y aunque puede ser comparable con otras formas de tratamiento con fármacos, permite una resolución más rápida de las lesiones, sin efectos secundarios a largo plazo y por consiguiente, con una mayor satisfacción del paciente.
Ventajas del tratamiento para el acné:
– Es un tratamiento no invasivo.
– Sin efectos secundarios más allá de hipersensibilidad en los primeros días. No existen complicaciones médicas asociadas.
– A diferencia de otros métodos como las exfoliaciones químicas o la dermoabrasión, con el tratamiento láser para el acné puedes volver a tu vida normal inmediatamente después del tratamiento.
– Los efectos son visibles desde la primera sesión.
– Previene futuros brotes.
– Reduce la apariencia de las cicatrices.
¿Quieres mirarte al espejo y sentir seguridad? No alargues más tu agonía y ponle remedio a un problema que tiene fácil solución. Desde “Gracia de la Maza” te animamos a ello.
¡Que se rompa el espejo en que se mira llenándose de orgullo tu hermosura!
– Pierre De Ronsard